¡AY, RATO, RATO!. Y..., LA CAMPANILLITA, ENMUDECIÓ.
A este señor, los árbitros -Banco de España, CNMV y Ministerio de Hacienda- le debieron hacer un "seguimiento" distinto al practicado, sus orígenes así lo aconsejaban. Téngase en cuenta, tambíen, que unas ganacias de trescientos millones de euros, realmente eran una pérdida de tres mil millones de euros. ¡Ojo, al Rato!
En el tema TARJETAS BLACK, sepamos como son las cosas. Se pueden librar, por el calendario, de varias de las fechorías cometidas con las tarjetas B, pero de otras, no los libra ni el Tato.
Si quieren como si no, tendrán que rendir las cuentas que quisieron esquivar. Los ciudadanos debemos darnos cuenta de nuestra propia importancia. Desde que apareció en Europa "el coleta", por y con nuestros votos, y, por la cagalera que les entró a los partidos mayoritarios, las cosas han comenzado a cambiar, como no imaginábamos.
Fijémonos en los tarjetistas PPeros, sin saber el partido por dónde meter mano al tema. ¡El propio Rato en el punto de mira de la expulsión!. Los del PSOE barridos, los de los sindicatos, también. Los del FROB pidiendo actividad a los fiscales, el BdE y la CNMV echando balones fuera...
El espectáculo resulta muy interesante, porque ver a Rato sin campanilla y sin sonrisa, es algo importantísimo. ¿Le recordamos desafiando al ciudadano que le planto cara, sandalia en mano, y al de la familia quiebrabancos diciéndole "¿Miedo a quien, a usted?", pues, sí. El engreído no alcanzó a ver que la ciudadanía era mas respetable de lo que él se imaginaba, y más peligrosa. Recuerdo la despedida del diputado Fernandez, a Rato: «te espero en el infierno. Hasta luego gangster. Fuera la mafia».
La sandalia triunfó sobre la campanilla. Hoy seguramente será recibido a la entrada de la Audiencia Nacional entre una sinfonía de piropos, maravillosamente justos. Le dedicarán más de los que se merece.
En el tema TARJETAS BLACK, sepamos como son las cosas. Se pueden librar, por el calendario, de varias de las fechorías cometidas con las tarjetas B, pero de otras, no los libra ni el Tato.
Si quieren como si no, tendrán que rendir las cuentas que quisieron esquivar. Los ciudadanos debemos darnos cuenta de nuestra propia importancia. Desde que apareció en Europa "el coleta", por y con nuestros votos, y, por la cagalera que les entró a los partidos mayoritarios, las cosas han comenzado a cambiar, como no imaginábamos.
Fijémonos en los tarjetistas PPeros, sin saber el partido por dónde meter mano al tema. ¡El propio Rato en el punto de mira de la expulsión!. Los del PSOE barridos, los de los sindicatos, también. Los del FROB pidiendo actividad a los fiscales, el BdE y la CNMV echando balones fuera...
El espectáculo resulta muy interesante, porque ver a Rato sin campanilla y sin sonrisa, es algo importantísimo. ¿Le recordamos desafiando al ciudadano que le planto cara, sandalia en mano, y al de la familia quiebrabancos diciéndole "¿Miedo a quien, a usted?", pues, sí. El engreído no alcanzó a ver que la ciudadanía era mas respetable de lo que él se imaginaba, y más peligrosa. Recuerdo la despedida del diputado Fernandez, a Rato: «te espero en el infierno. Hasta luego gangster. Fuera la mafia».
La sandalia triunfó sobre la campanilla. Hoy seguramente será recibido a la entrada de la Audiencia Nacional entre una sinfonía de piropos, maravillosamente justos. Le dedicarán más de los que se merece.
Comentarios
Publicar un comentario